No todo el mundo debe tener cuentas en redes sociales

A pesar de que parece que siempre han existido los móviles y las redes sociales, estas tecnologías o servicios, que han cambiado radicalmente la forma en que nos relacionamos, son bastante nuevas.

Existen muchísimos ejemplos de redes sociales, aunque las más conocidas quizás sean Facebook, Twitter y Linkedin. Cada red social tiene su propio objetivo y está destinada a un público determinado.

Los detractores de las redes sociales señalan como principales inconvenientes la falta de privacidad, la gran cantidad de tiempo malgastado, así como que se está perdiendo el contacto físico entre las personas.

Redes sociales como Facebook comenzaron con una falta total de medidas para asegurar la privacidad, y aunque han comenzado a introducirlas, continúa siendo bastante difícil de comprender para la mayoría de sus usuarios. Esto puede ser explotado por algunas personas que utilizan la red con fines ilícitos, como ladrones o delincuentes sexuales.

Muchas personas pasan gran cantidad de tiempo en las redes sociales, algunas de ellas terminan incluso siendo adictas a los contenidos, chats, juegos y noticias que allí se publican.

Desde la aparición de internet y los teléfonos móviles, las personas han comenzado a comunicarse a distancia. Esto ha permitido mejorar la comunicación en sentido general, aunque por otro lado ha provocado también un menor contacto físico.

Por tanto, quizá falta algún tiempo para que este fenómeno madure, y se muestre de verdad como tecnologías que ofrezcan un servicio seguro y eficiente que ayuden a la comunicación, sin que ello signifique separar (físicamente) a las personas.