
Tras muchos años de decepciones, por fin la selección española ha hecho algo digno de mención. Y lo ha hecho a lo grande.
Hemos llegado a la final y hay que dar la razón a Luis (aunque confieso mi Raulismo). Eso sí, no será tarea fácil traer la copa, ya que nos espera el coco más grande...
Ya que estoy, voy a aprovechar para hablar bien del señor David Silva, en relación a lo que viene haciendo durante todo el campeonato, y en especial en la semifinal (o mejor dicho baño futbolístico) contra Rusia. Que se diga: este chico es vecino de Arguineguín (mi pueblo, joer). Sorprendentemente juega como un auténtico veterano. Tiene los nervios de acero, y la calidad... pues sencillamente le sobra. Cuando marcó el tercer gol, salté especialmente fuerte del sillón y me alegré mucho por el bueno de David, por su familia, y todo por el pueblo de Arguineguín (y por extensión por Mogán, tán ávid@ de gratas emociones después de los escándalos políticos bochornosos de los últimos tiempos). Destaco la sangre fría demostrada en dicho gol, con un control muy bueno tras el pase magistral de Cesc, para posteriormente acomodar el cuerpo y soltar un latigazo seco ajustado al palo. Fútbol hecho arte, arte hecho fútbol.
Bueno, ha llegado el tan esperado momento. Tras el enfrentamiento
ResponderEliminar"Ñ vs Cabezacuadrismo" se culmina el deseo:
"La Roja" se alza con el triunfo demostrando su enorme calidad en este torneo. Una selección jóven vuelve a dar aires de campeón al fútbol español.
Tuve que estar trabajando, pero nada impidió que viera el gol, el tiro al poste, la mano de Lehmann, el pitido final, los abrazos de S.M. Don Juan Carlos y ... la entrega de la copa. En fin, casi todo el partido.
Felicitaciones de un afincado en Gran Canaria.
Ese chino, oé (David "El Chino")!
GANEGUÍN PAUA!
@co2
ResponderEliminarLa ñ se ha impuesto con su toque y con la juventud, clase, picardía, experiencia y oficio (importada, en el caso de Senna).
El enfrentamiento entre ñ y cabezacuadrismo tuvo su máxima expresión cuando el individuo de Arguineguín Silva, contactó su cabeza con la de Podolski, lo que hizo que este último se replanteara ciertas cosas llegando evidentemente al absurdo #, cqd.